Shmelcar: la importancia de crear mundos a través de la experimentación

16 | 03 | 2021

Shmelcar es una artista visual de 25 años que actualmente estudia comercio exterior, pero cuyo universo se extiende mucho más allá, desplegándose en un oficio que lleva desarrollando hace varios años, cuyo avance y diversificación se va reflejando en cada pieza nueva donde su mirada funciona como una descomposición del transcurso del día a día. Su obra recorre una serie de experimentaciones en torno a trabajos gráficos tradicionales, collage en grafito y tinta, deformaciones digitales y manipulaciones análogas, composiciones fraccionadas, acumulaciones escaneadas, descubrimientos de diversos mecanismos para enfrentar el dibujo y la posibilidades que contiene. Estos dibujos, postales que se quedan contigo y te acompañan aún cerrados los ojos, crean mundos de cierta inquietud, con imágenes móviles evanescentes y un pop pesadillesco que atrapa la mirada en una red de líneas y esfumados, borrones y manchas, que aún en su intensidad podemos navegar de forma tranquila, recorriendo tanto mundos abandonados como otros de nuevas posibilidades en los que lo visual y lo táctil se mezclan.

Al hablarle, nos cuenta que durante toda su vida, desde temprana edad, tuvo un afán por acercarse a lo visual, por adentrarse en la fotografía, el cine y los objetos, por adentrarse en la cultura, las memorias y las texturas, por ser parte de fenómenos en movimiento. “Supongo que una cosa me llevó a la otra. A pesar de haber estudiado un año en artes, no fue tanto lo que aprendí en ese transcurso, sino tiempo después de haberme salido por temas de salud. Se puede decir que empecé del todo en el 2018”, nos cuenta. A día de hoy, la literatura, la música, la arquitectura, los acontecimientos históricos y los videojuegos también forman parte importante de su imaginario que se nutre constantemente de lo que va sucediendo a su alrededor, funcionando como mecanismos de inspiración visual constante que le ayudan a construir mezclando referentes de zonas variadas.


¿Qué técnicas utilizas a la hora de abordar tus obras? ¿Cuáles te gustan más y cuáles te gustaría explorar?

Técnicas secas en su mayoría. Siento que es mucho más controlable a la hora de trabajar a diferencia de técnicas más húmedas. Soy muy meticulosa con eso, me frustra un poco no tener el control a la hora de trabajar (risas). Últimamente estoy descubriendo y jugando con lo digital, me gusta muchísimo, pero me considero novata aún.

¿Qué tipo de materiales te gusta trabajar (tanto soportes como herramientas)? ¿Cómo combinas lo análogo y lo digital, cuáles crees que son sus debilidades y fortalezas y cuál prefieres?

La verdad soy muy tradicional, por así decirlo. Me gusta mucho ocupar lápiz pasta y grafito. Los voy intercalando a medida que trabajo, puedes lograr efectos muy diferentes según la rapidez, presión, dirección y papel que ocupes. Es muy divertido.

Trato de no combinarlos. Por ejemplo, si hago un boceto, eso será específicamente para algo digital o análogo, porque se trabajan de maneras diferentes. Tampoco tienen los mismos conceptos, prefiero salir de la zona de confort y no abordar siempre en lo mismo.

En mi caso, creo que la fortaleza de lo digital es el tiempo. Me demoro un tercio o menos de lo que tardo en hacer algo sin un equipo. El problema es que no hay portabilidad del todo, no es como una libreta que puedes ocupar en cualquier lado. Y la fortaleza en el dibujo debe ser que lo encuentro muy cálido y puro, es una relación directa entre tu brazo-ojo-cerebro, además que no tiene límites (abordando un poco más el punto anterior), puedes hacerlo en un cartón, en una pared, en donde sea.



¿Cómo han cambiado las herramientas que utilizas a lo largo del tiempo y con qué trabajas actualmente para hacer tu obra?

La verdad, no mucho. Sigo ocupando las mismas herramientas, ocupo acuarelas y lápices de colores, de vez en cuando. Antes ocupaba mucha plasticina para pintar, hice un cambio porque se me despegaban las uñas. Es doloroso, pero me gustaría retomarlo.

¿Cuáles son tus referencias? ¿qué artistas te gustan?

Esto varía mucho, es redundante, sí, pero trabajo según mi estado de ánimo. Hay veces que estoy más nostálgica, triste o analítica, por ejemplo. Me guío según eso y mi imaginación también. Me gusta Michael Borremans, Seppe De Meyere, Graceina Samosir, Joanna Hulin, Mario Maplé, Hiroki Tsukuda, Barry Le Va, entre otros.

¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de desarrollar tu trabajo?

Saber qué quiero representar y cómo hacerlo. Tocando el punto anterior, es muy importante tener referentes, tan importante como aprender a ocupar técnicas. Te ayuda mucho a evaluar tus gustos y la dirección que quieres tomar.

¿Cuál crees que es la importancia del arte, el diseño y la ilustración a nivel general, tanto personal como social?

Creo que, como cualquier disciplina, es beneficioso para el desarrollo de la personalidad. No creo que sea imprescindible para todas las personas, pero sí es muy útil para reflexionar y expresarse.

¿Cómo ves el tema de vivir del arte en Chile y qué oportunidades ves que existen? ¿Qué le dirías a alguien que quiere dedicarse a esto?

Difícil, a menos que tengas contactos importantes y/o destaques más allá de lo común. Por lo general, si estudias arte, terminas como profesor, lo cual tiene sus complicaciones, o artista independiente, que requiere mucho trabajo y puede llegar a ser una situación extrema. No digo que sea malo, pero por lo que he visto, la mayoría llega con expectativas muy distintas a lo que realmente es.

La verdad, solo le entregaría mi apoyo y le diría que nunca se conforme con nada, que siga evolucionando y creciendo siempre. La pasión y el estudio constante es muy importante para desarrollarte.

Puede revisar más de su trabajo en su página de Instagram acá.